Carreta del Simpecado
La carreta del Simpecado constituye una portentosa obra de orfebrería cuya ejecución, en la línea magistral de Arfe y Cellini, encumbra para siempre a su autor, Don Emilio García Armenta, maestro de taller de metalistería artística de la Escuela de Artes y Oficios Artísticos de Sevilla, reconocido por su labor con la Cruz de la Orden de Alfonso X el Sabio.
Tras ser expuesta en el arquillo del Ayuntamiento de Sevilla para admiración general, se bendice el 23 de Mayo de 1.954, a la finalización de la Función Principal de Instituto.
El techo sigue la línea de la anterior carreta de 1.868, aunque notablemente enriquecido y mejorado. Se sustenta por seis gruesos balaustres torneados, de muy sólida ejecución, rematando el exterior del templete una Paloma que simboliza el Espíritu Santo. Su interior ofrece un prodigioso artesonado donde destaca el Tetramorfos o representación de los cuatro Evangelistas, estando colocada la firma del autor en el libro que sostiene San Lucas. El escudo de la Hermandad sirve de airoso remate al frontis delantero y el escudo de la Ciudad de Sevilla al trasero, mientras pámpanos, guirnaldas y campanitas cuelgan del cornisón que sujeta la crestería.
La parte baja o cuerpo muestra también una zona labrada donde se incluyen bellísimos medallones de escenas marianas, cada uno de los cuales resulta digno de los mayores elogios por el virtuosismo de su técnica, la extremada limpieza de su dibujo y el intenso sentimiento religioso que transmite. Los temas representados son: “La Aparición de la Virgen del Rocío al cazador en la Marisma”, con admirable captación del ambiente natural; “La Divina Pastora”; “La Virgen con Santa Ana”; “La Visitación a Santa Isabel”; “La Huida a Egipto”; “La Sagrada Familia”; “La Asunción a los Cielos”, inspirada la figura de la Virgen en el célebre cuadro de Tiziano que se halla en la iglesia veneciana de Santa María Gloriosa dei Frari, y “La Coronación por la Santísima Trinidad”, según el lienzo velazqueño del Museo del Prado.
En los laterales se reproducen los escudos de las Hermandades trianeras del Cachorro, Esperanza, Estrella, La O, y San Gonzalo, así como la Cruz de la Orden de los Dominicos. En los ángulos inferiores se representan las advocaciones marianas del Carmen, Rosario, Fátima, Lourdes, Merced, Milagrosa, Pilar y Purísima. Además, figuran cuatro varones y cuatro mujeres allegados a la Virgen: San José, San Joaquín, San Juan Bautista, San Juan Evangelista, María Cleofás, María Salomé, María Magdalena y Santa Marta.
Originalísimos son los cuatro candelabros, estrenados en 1960, cuyas bases están formadas por arcángeles cincelados de cuerpo entero en gallardas y elegantes actitudes, que sirven de sostén al grupo de guardabrisas que emergen entre sus alas.
Las jarras mayores llevan palomas en sus asas e inscripciones que alaban a la Titular, formando el cuádruple grito del ritual rociero: ¡Viva la Virgen del Rocío! ¡Viva la Blanca Paloma! ¡Viva la Reina de las Marismas! ¡Viva la Madre de Dios! Detrás del Simpecado se coloca otra jarra grande desparejada.
La delantera de la Carreta la preside una imagen de la Patrona de la Ciudad de Sevilla y su Archidiócesis, la Virgen de los Reyes, realizada en plata y marfil. Esta imagen es anterior a la ejecución de la Carreta y ya presidía la anterior de 1.868; su factura gira en torno al año 1.946, fecha de la Proclamación de su Patronato; de bellísima hechura, luce el manto de castillos y leones regalo de Isabel II en 1.853. Esta imagen posee dos juegos de coronas, reproduciendo fielmente una de ellas, la utilizada en la coronación canónica de 1.904. Durante el año recibe culto en la Capilla al pie del Simpecado de la Santísima Virgen.
Los frontiles triangulares para las cabezas de los bueyes son piezas excelentes ornamentadas con lo motivos más trianeros y castizos: en uno aparecen las Santas Justa y Rufina, alfareras mártires, con la Giralda de fondo; en el otro, Santa Ana y la Virgen, tal y como se las venera en su parroquia, teniendo detrás la esbelta torre de esta iglesia, Catedral y corazón del barrio trianero.