Director Espiritual

El director espiritual de una hermandad no es más que un compañero de camino. En mi caso, uno que ya ha caminado buscando el camino, que se siente peregrino y rociero, que es más de la Virgen que de cualquier otra cosa del camino, que lo vive por dentro y en muchos momentos por fuera, pero que sigue enamorado de esa discreta mirada que tras reja de amores oculta la misericordia del Dios vivo.

Y como el camino, el de Cristo, no se hace solo, sino siempre junto a otros hermanos, vivo mi sacerdociocaminando con vosotros, queriendo ser un servidor con los mismos sentimientos de Cristo, el Buen Pastor.

Peregrinar juntos para hacer al mismo tiempo Hermandad, peregrinar juntos para hacer la mejor Hermandad posible, la que brota de la unión en la fe y de la alegría de compartir los dones que el Señor nos ha dado a cada uno.

La Hermandad del Rocío de Triana está llena del Espíritu Santo, muchos son los dones y carismas con los que el Señor la ha bendecido, y entre todos queremos que den frutos para que no se malogre aquello que el Señor nos regaló. Estoy seguro que el Señor Jesús nos ayudará mientras vamos de camino. Un camino que no comienza ahora, sino que somos herederos de los pasos que han dejado huella para saber hacia dónde vamos, nosotros, tras las huellas del Espíritu Santo vamos haciendo más grande el camino. Os reto a buscarme en medio de este camino que compartimos juntos para seguir construyendo el Reino de Dios desde nuestra Hermandad, os reto a ser creativos y no tener miedo a buscar formas que nos ayuden a evangelizar más y mejor, os reto a encontraros conmigo aunque sea solo para compartir un momento, y mientras poder hablar de Dios. El correo electrónico puede ser un buen medio para ello, o desde la secretaría podéis poneros en contacto conmigo.

Nuestra Hermandad se hizo para ir al Rocío, pero aquel que va al Rocío ya no vuelve igual, las idas y venidas hasta el corazón de la Virgen, no dejan igual a nadie; y por ello nuestra Hermandad se ha ido dejando impregnar por la fuerza del Espíritu Santo, y ha ido descubriendo que en la piedad popular puede percibirse el modo en que la fe recibida se encarna en una cultura y se sigue transmitiendo.

Hemos vivido unos años en los que las hermandades (especialmente para los sacerdotes y algunos movimientos eclesiales) eran analizadas y juzgadas con desconfianza, ahora estamos en un momento totalmente distinto y parece que se enaltecen y se consideran espacio para la evangelización, así lo indica el papa Francisco en la Evangelii gaudium. Creo que el fondo todos hemos aprendido del Concilio Vaticano II a recuperar la mirada de Cristo, que ve siempre las posibilidades de toda persona. Nuestra Hermandad es tan rica que puede ser calificada -como indicaba el papa Benedicto XVI reflexionando acerca de la religiosidad popular- como un «precioso tesoro de la Iglesia católica» donde aparece el alma del pueblo.

Tenemos un gran tesoro heredado: nuestra hermandad. Su luz no es propia, sino que resplandece cuando su centro es Cristo ¡que nuestra vida gire en torno al Señor Jesús!.

Y todo siempre bajo la atenta mirada de la Virgen que mora en la rocina, con el corazón latiendo por aquella que despierta en nosotros la ternura y el cariño del Espíritu Santo,

El director espiritual es un servidor, y espero servir bien, espero que os sirváis de mí para llegar a Cristo: que me sugiráis, orientéis, indiquéis los caminos… ¡Pero esa es la tarea del director espiritual, no la nuestra -me dirán algunos-! Todo lo contrario, os invito a que me indiquéis el camino, yo pondré la Palabra de Dios en medio; os invito a que me orientéis donde sembrar, yo pondré la semilla; os invito a que me sugiráis donde están las mejores tierras que yo me pondré a arar el primero. Y así juntos veremos el fruto que otros recogerán, y podremos presentar ante el Señor el esfuerzo de cada día.

Son muchos los buenos deseos; las limitaciones humanas, y el poco tiempo personal puede que os defrauden en muchos momentos, os ruego comprensión para ellas y claridad (con delicadeza) para indicármelas.

Me ofrezco para todo lo que necesitéis y os pido que este tiempo que compartamos juntos sea un momento de Dios, sea un tiempo de salvación, donde sembremos para que otros recojan.

Un compañero de camino, solo eso aspiro a ser. En las manos de la Bendita Madre de Dios coloco nuestra Hermandad.

D. Manuel Sánchez Sánchez
Contacto: ssmanolo@yahoo.es